Dear Brothers and Sisters in Christ,
As we enter the sacred season of Advent, a time of expectant waiting and preparation for the birth of our Lord Jesus Christ, I invite each of you to reflect deeply on the ways we can open our hearts to the profound grace and love of God. Advent is not only a period of anticipation but also a time of renewal, making it an ideal opportunity to partake in the Sacrament of Reconciliation.
The Sacrament of Confession is a beautiful gift that allows us to experience God’s infinite mercy and forgiveness. It is through this sacrament that we can unburden our hearts, receive healing, and restore our relationship with God. I encourage you to take advantage of the opportunities available to go to confession during this Advent season. Let us approach the sacrament with humility and contrition, seeking to cleanse our hearts and make them worthy to welcome the Christ Child.
This year, our preparation for Advent holds additional significance as we look ahead to the Jubilee Year 2025, with its theme, "Pilgrims of Hope." This Jubilee invites us to embark on a spiritual journey, embracing hope as we navigate our faith and our lives. Just as pilgrims set out with a destination in mind, we too are called to journey towards a deeper relationship with God, allowing His hope to guide and sustain us.
As Pilgrims of Hope, let us cultivate a spirit of unity, compassion, and faith within our community. Let us support one another in our spiritual journeys, offering prayers, encouragement, and acts of kindness. May our collective efforts in preparing our hearts this Advent strengthen our resolve to live out the theme of the Jubilee Year, bringing hope and light to all we encounter.
In these weeks leading to Christmas, may we be mindful of the true essence of Advent—waiting, hoping, and preparing. Let us be inspired by the example of the Blessed Virgin Mary, who awaited the birth of her Son with unwavering faith and hope. May her intercession guide us as we seek to draw closer to Jesus.
I wish you all a blessed and grace-filled Advent. Let us journey together as Pilgrims of Hope, preparing our hearts for the coming of our Savior and the Jubilee Year ahead.
Hermanos y Hermanas en Cristo,
Al entrar en la sagrada temporada de Adviento, un tiempo de espera expectante y preparación para el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo, invito a cada uno de ustedes a reflexionar profundamente sobre las formas en que podemos abrir nuestros corazones a la profunda gracia y amor de Dios.
El Adviento no es solo un período de anticipación, sino también un tiempo de renovación, lo que lo convierte en una oportunidad ideal para participar en el Sacramento de la Reconciliación. El Sacramento de la Confesión es un hermoso regalo que nos permite experimentar la infinita misericordia y perdón de Dios. Es a través de este sacramento que podemos descargar nuestros corazones, recibir sanación y restaurar nuestra relación con Dios. Los animo a aprovechar las oportunidades disponibles para ir a confesarnos durante esta temporada de Adviento. Acerquémonos al sacramento con humildad y contrición, buscando limpiar nuestros corazones y hacerlos dignos de recibir al Niño Jesús.
Este año, nuestra preparación para el Adviento tiene un significado adicional al mirar hacia el Año Jubilar 2025, con su tema, "Peregrinos de la esperanza". Este Jubileo nos invita a emprender un viaje espiritual, abrazando la esperanza mientras recorremos nuestra fe y nuestras vidas. Así como los peregrinos parten con un destino en mente, también nosotros estamos llamados a emprender un viaje hacia una relación más profunda con Dios, permitiendo que Su esperanza nos guíe y nos sostenga.
Como peregrinos de la esperanza, cultivemos un espíritu de unidad, compasión y fe dentro de nuestra comunidad. Apoyémonos unos a otros en nuestros viajes espirituales, ofreciendo oraciones, aliento y actos de bondad. Que nuestros esfuerzos colectivos para preparar nuestros corazones este Adviento fortalezcan nuestra determinación de vivir el tema del Año Jubilar, llevando esperanza y luz a todos los que encontremos.
En estas semanas previas a la Navidad, seamos conscientes de la verdadera esencia del Adviento: esperar, tener esperanza y prepararse. Dejémonos inspirar por el ejemplo de la Santísima Virgen María, que esperó el nacimiento de su Hijo con fe y esperanza inquebrantables. Que su intercesión nos guíe mientras buscamos acercarnos a Jesús.
Les deseo a todos un Adviento bendecido y lleno de gracia. Caminemos juntos como peregrinos de la esperanza, preparando nuestros corazones para la llegada de nuestro Salvador y el Año Jubilar que se avecina.
Yours in Christ,
Suyo en Cristo,
Fr. Dennis Legaspi
Pastor